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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Lupus

¿QUÉ ES?

El lupus es una enfermedad reumática sistémica y crónica, es decir, además de afectar a las articulaciones y a los músculos, puede dañar la piel y casi todos los órganos. Su base es autoinmune puesto que se produce por la formación de anticuerpos. La evolución de la enfermedad se desarrolla en fases de brote y otras en los que los efectos de la enfermedad remiten. Asimismo, hay lupus muy severos y otros no tan graves como los que se manifiestan con afecciones en la piel. Esta patología afecta principalmente a las mujeres y en una época de la vida en la que se es fértil (entre 20 y 40 años). Se han descrito además casos en niños y ancianos.

CAUSAS

La causa es desconocida. Sin embargo, al tratarse de una enfermedad autoinmune hay distintos factores que pueden influir en el sistema inmunológico y provocar lupus. Se han barajado varias hipótesis, entre ellas la genética y el ambiente. La exposición a la luz solar también podría ser un factor liberador de la patología. De hecho, muchos individuos con lupus tienen fotosensibilidad a los rayos ultravioletas. Asimismo, las hormonas, en concreto los estrógenos femeninos, pueden ser los causantes de la enfermedad. De hecho, se ha observado que las píldoras anticonceptivos pueden acelerar su aparición en mujeres genéticamente predispuestas.

SÍNTOMAS DE LUPUS

Al tratarse de una enfermedad multisistémica afecta a varios órganos. Presenta por un lado síntomas generales: El cansancio fácil, la pérdida de peso inexplicable, la fiebre prolongada que no se debe a ningún proceso infeccioso y alteraciones de la temperatura. Además, los síntomas articulares y musculares: Se encuentran dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes. El 90 por ciento de los pacientes con lupus padecen dolor e inflamación en las articulaciones (artritis) en manos, muñecas, codos, rodillas y pies con más frecuencia. También es posible que aparezca rigidez articular por las mañanas. También es frecuente la afección en la piel. La lesión más conocida, aunque no la más frecuente, es la denominada “eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y erupción de la piel en las mejilla y la nariz.
También es frecuente la caída del cabello cuando la enfermedad está activa. Por otro lado, los enfermos de lupus padecen hipersensibilidad a los rayos ultravioletas. Si se exponen sin protección la enfermedad puede reactivarse.
  • Cuando afecta al corazón y los pulmones: Las capas de revestimiento del corazón (pericardio) y de los pulmones (pleura) se inflaman debido a la enfermedad. Esto origina pericarditis y pleuritis. Ambas tienen síntomas parecidos: dolor torácico y fiebre. En otras ocasiones, el lupus afecta a los pulmones o a las válvulas del corazón ocasionando insuficiencia cardiorrespiratoria.
  • Cuando afecta al riñón: El lupus siempre afecta a los dos riñones a la vez. La lesión más frecuente es la inflamación (nefritis), que a veces impide que el riñón elimine adecuadamente los residuos del organismo y estos se acumulan en la sangre. Debido a esta inflamación, muchas veces el riñón se ve incapaz de asimilar y retener proteinas. Con lo que se eliminan por la orina y se produce una hinchazón de cara y piernas.
  • Cuando afecta al cerebro: El lupus puede afectar al sistema nervioso. Aunque en general tiene poca importancia, es un problema que tiene que vigilarse. Se manifiesta con dolores de cabeza, depresiones o situaciones de hiperactividad. Son manifestaciones muy frecuentes en la población general y puede deberse a una leve inflamación cerebral por lupus o por otras muchas circunstancias. Asimismo, es posible que la depresión no se desencadene por la enfermedad, sino porque el paciente se deprime al saber que se enfrenta con esta patología, de origen desconocido y que puede afectar a tantos órganos del cuerpo.

TIPOS DE LUPUS

-Lupus eritematoso discoide: enfermedad crónica y recidivante caracterizada por manchas redondas rojas de bordes bien definidos sobre la piel.
-Lupus eritematoso sistémico: enfermedad autoinmune con episodios de inflamación en las articulaciones, los tendones y otros tejidos conectivos y órganos.

DIAGNÓSTICOS

El diagnóstico se basa principalmente en los síntomas. El análisis de sangre puede detectar anticuerpos antinucleares, presentes en la gran mayoría de las personas que padecen lupus. Sin embargo, estos anticuerpos se manifiestan también en otras enfermedades, por lo que si se detectan anticuerpos antinucleares, deben realizarse también pruebas en busca de los anticuerpos anti-ADN de cadena doble. Un valor alto de estos anticuerpos es específico del lupus, aunque no todas las personas que padecen esta enfermedad tienen tales anticuerpos.
El daño al riñón causado por el lupus puede detectarse mediante los análisis de sangre y de orina, aunque en ocasiones la biopsia renal está indicada para determinar mejor el tratamiento.

TRATAMIENTOS

El tratamiento de la enfermedad es muy distinto según el órgano al que afecte. Los corticoides se consideran el tratamiento básico puesto que todos los afectados en un momento u otro los toman. Si los órganos dañados son el pulmón, el corazón, el sistema nervioso central o el riñón el tratamiento debe de ser mucho más agresivo y se basa en corticoides en dosis muy altas y tratamientos inmunosupresores. Si la enfermedad presenta síntomas como fiebre, cansancio o afecciones cutáneas, el tratamiento será menos agresivo y con corticoides o antipalúdicos. La alimentación debe de ser completa, sana y equilibrada. No hay ningún alimento perjudicial para el paciente. Por otro lado, cuando la enfermedad afecta al riñón y sobre todo, cuando hay hipertensión arterial los pacientes tienen que saber que no es recomendable que consuman alimentos salados o condimentados.

OTROS DATOS

Hace unos años se contraindicaba el embarazo en las mujeres que padecían la enfermedad. Sin embargo, en los últimos años el tratamiento ha mejorado y los riesgos son menores. La únicas contraindicaciones formales de embarazo son cuando el lupus está activo, si existen complicaciones de la enfermedad (nefritis) o si están tomando medicamentos potencialmente dañinos para el feto. Asimismo, la mujer embarazada con lupus tiene un riesgo mayor de sufrir un aborto o parto prematuro. Los hijos suelen nacer sanos. Sin embargo, en los primeros meses de vida pueden padecer lesiones en la piel, pero estas remiten con el tiempo.

Fuente: 

Cólera

Cólera



Es una infección del intestino delgado que ocasiona 
una gran cantidad de diarrea acuosa.

Causas



El cólera es causado por la bacteria Vibrio cholerae.
La bacteria libera una toxina que causa aumento de la secreción de agua 
en los intestinos, lo cual puede producir diarrea profusa.


El cólera ocurre en lugares con condiciones sanitarias deficientes, hacinamiento,
 guerra e inanición. Los lugares comunes para el cólera abarcan:
  • África
  • Asia
  • India
  • México
  • América Central y del Sur


Las personas contraen la infección ingiriendo agua o alimentos contaminados.
Un tipo de bacterias vibrio ha sido igualmente asociado con mariscos,
 especialmente ostras crudas.


Los factores de riesgo abarcan:
  • La exposición al agua para beber contaminada o sin tratamiento.
  • Residir o viajar a áreas donde hay cólera.

Síntomas

Nota: los síntomas pueden variar de leves a severos.

Pruebas y exámenes



Los exámenes que se pueden hacer abarcan:

Tratamiento



El objetivo del tratamiento es la reposición de líquidos y electrolitos perdidos a través de la diarrea. Dependiendo de su estado, se le pueden administrar líquidos en forma oral o a través de una vena (intravenoso). Los antibióticos pueden acortar la duración de los síntomas de la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desarrollado una solución rehidratante oral que es más barata y más fácil de usar que el típico líquido intravenoso. Esta solución de azúcar y electrolitos se está utilizando ahora a nivel internacional.

Pronóstico



La deshidratación severa puede ocasionar la muerte. La gran mayoría de los pacientes puede lograr una recuperación total si se les suministra líquidos adecuadamente.

Posibles complicaciones

  • Deshidratación severa
  • Muerte

Cuándo contactar a un profesional médico



Consulte con el médico si:
  • Presenta diarrea acuosa severa.
  • Tiene signos de deshidratación, incluyendo:
    • resequedad en la boca
    • piel seca
    • ojos "vidriosos"
    • letargo
    • ausencia de lágrimas
    • pulso rápido
    • disminución o ausencia de orina
    • ojos hundidos
    • sed
    • somnolencia o cansancio inusuales

Prevención



Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos no recomiendan vacunas contra el cólera para la mayoría de los viajeros (no hay disponibilidad de una vacuna como tal en los Estados Unidos).
Los viajeros siempre deben tomar precauciones al beber agua o ingerir alimentos, incluso si están vacunados.
Cuando se presenten brotes de cólera, todo el esfuerzo debe dirigirse a obtener agua y alimentos limpios así como buenas condiciones de salubridad, porque la vacuna no es muy efectiva para controlar tales brotes.

Nombres alternativos

V. choleraeVibrio

Referencias



Seas C, Gotuzzo E. Vibrio cholera. In: Mandell GL, Bennett JE, Dolin R, eds. Principles and Practice of Infectious Diseases. 7th ed. Philadelphia, Pa: Elsevier Churchill Livingstone; 2009:chap 214.

Actualizado: 5/25/2010



Versión en inglés revisada por: Linda J. Vorvick, MD, Medical Director, MEDEX Northwest Division of Physician Assistant Studies, University of Washington, School of Medicine; Jatin M. Vyas, MD, PhD, Assistant Professor in Medicine, Harvard Medical School; Assistant in Medicine, Division of Infectious Disease, Department of Medicine, Massachusetts General Hospital. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.



Fuente:






domingo, 14 de noviembre de 2010

Ulceras por Presión

Introducción:

Uno de los problemas médicos que típicamente se identifican en los ancianos son las úlceras por presión. Obviamente no es una patología atractiva o agradable de tratar, además requiere cuidados y dedicación prolongada y quizás por esto, el grueso del manejo de este problema está a cargo del personal de enfermería. Sin embargo, se debe tener presente que es una enfermedad como cualquier otra, por lo que requiere la valoración del médico y la colaboración del resto del equipo de salud.


¿Que son las úlceras por presión?




Las úlceras por presión son lesiones isquémicas, es decir, por falta de riego sanguíneo, que provocan la muerte de tejidos y posterior necrosis, comenzando en la piel. En general se producen en sitios donde existen prominencias de los huesos, que al comprimir la zona de apoyo entre éste y el resto de cuerpo situado superficialmente provocan la disminución o la suspensión del flujo de sangre, con el consiguiente daño a los tejidos. Dichos sitios pueden ser sometidos a presión intensa durante un período corto o a presión menos intensa, durante un tiempo más prolongado, siendo ambas alternativas potencialmente dañinas para la piel.
La frecuencia con la que se presenta esta enfermedad varía de acuerdo a la edad del paciente, siendo más alta mientras mayor es el enfermo. También depende del tipo de institución en que este se encuentra, produciéndose cerca de dos tercios de ellas en los hospitales de agudos, y del resto una parte en las residencias y una menor proporción en sus propios hogares.
De todas ellas, más o menos un 2% son muy severas y pueden comprometer la vida del enfermo. Si bien no es una enfermedad exclusiva del anciano (también ocurre en enfermedades como lesiones medulares), las personas mayores tienen en promedio de 8 veces más probabilidades de padecerla.

¿Cómo y por que se producen?


  • Hay cambios en la piel del anciano asociados al envejecimiento que favorecen su aparición:
    • La piel de los ancianos tiene una regeneración más lenta.
    • Existe una disminución de la fuerza de unión de las células en la epidermis, con un retardo en su regeneración y una disminución del riego sanguíneo en la dermis.
    • A esto se debe agregar que disminuye o se pierde la sensibilidad al dolor, se adelgazan todas las capas de la piel y se alteran los tejidos elásticos y colágeno que la componen.
    • La falta de vitamina C puede aumentar la fragilidad de los vasos sanguíneos y del tejido graso que de alguna manera sirve como colchón de nuestro cuerpo, reduciendo de esta forma su protección y facilitando la producción de lesiones por presión.
  • Si a lo anterior se agrega la inmovilidad o postración del enfermo, las constantes abrasiones, la humedad producto de las incontinencias tanto urinaria como fecal, los factores ambientales como los colchones y sillas duras y los factores iatrogénicos como una excesiva prescripción de reposo o de medicamentos sedantes e hipnóticos a dosis inconvenientes para nuestros ancianos, entonces existe una elevada probabilidad de producir una escara.
  • De los factores físicos directamente involucrados en la formación de una úlcera por presión, sin duda el más importante es la presión misma.
    • La presión de la pequeña circulación de los tejidos como la piel no es tan elevada de manera que si estos se hallan sometidos a una compresión externa, ésta puede equipararse o superar a la presión del capilar sanguíneo, generando la citada isquemia al suspenderse el riego en la zona afectada. Es por ello que existen zonas del cuerpo más susceptibles de lesionarse, como las prominencias óseas. Por ejemplo, se puede mencionar que al estar sentada, una persona puede recibir presiones superiores en 10 veces a la presión de su circulación.
    • La fricción, producto del roce con la ropa de cama y sus pliegues, así como el cizallamiento entre dos capas de la piel y la maceración por la humedad de los tejidos, agravan el efecto de la presión sobre los lugares expuestos.          
    •  Existen   factores dependientes del paciente como:
    • Las ya citadas incontinencias, muy frecuentes en las edades avanzadas, y que muchas veces el propio paciente minimiza u oculta por pudor.
    • El padecer enfermedades de los vasos sanguíneos que de algún modo faciliten su lesión.
    • La desnutrición e incluso la obesidad, juegan un rol negativo y favorecedor de las escaras.  
Seguramente todo lo mencionado está relacionado de alguna forma con el inmovilismo que es el factor de riesgo más importante en la producción de úlceras por presión.
§  También influyen de manera considerable elementos ambientales tales como camas o pliegues de ropa, colchones duros, sillas duras y escayoles u otros movimientos para inmovilizar.
§  El cuidador puede tener parte de la responsabilidad en la provocación o agravamiento de las úlceras, al no realizar los cambios de postura con la frecuencia necesaria y prescrita, o al mantener a un paciente incontinente con humedad en el pañal por demasiado tiempo.Lo anterior puede aumentar de importancia al no poder reconocer los signos precoces de la enfermedad y a veces retrasar un tratamiento.

¿Dónde aparecen las úlceras?




Las zonas donde se producirá la lesión dependerán de la posición y el tipo de reposo que efectúe el enfermo. Así, los que están recostados más tiempo de lado sufrirán más daño en los hombros, caderas, cara interior de las rodillas y tobillos. Los que toman una posición boca arriba, tendrán problemas en la espalda, glúteos y talones. En todo caso las úlceras por presión pueden aparecer en la piel de cualquier sitio del cuerpo.

¿Cómo se clasifican las úlceras?

Existe una clasificación


  • GRADO I
    Limitada a las capas superficiales de la piel, se manifiesta a través de enrojecimiento y no está rota la barrera cutánea y se mantiene la integridad de la piel.
  • GRADO II
    Afecta a las capas superficiales de la piel y se prolonga a la primera porción del tejido graso subyacente, y se manifiesta con erosiones, ampollas y/o desgarros superficiales.
  • GRADO III
    Se extiende más profundamente a través de estructuras superficiales, afecta a la grasa subcutánea, produciendo necrosis del tejido comprometido y alcanza, pero sin llegar a comprometer, los músculos.
  • GRADO IV
    Destrucción de todo el tejido blando desde la piel hacia el hueso, el nivel de ulceración llega a músculo, hueso, articulaciones, cavidades orgánicas adyacentes y estructuras de sostén.  
¿Cómo se tratan las úlceras por presión?
El tratamiento puede ser preventivo o curativo:



1-Preventivo
Lo más importante frente a las úlceras por presión es intentar prevenirlas. Es la clave de este tema, dados los inmensos daños que puede provocar una escara, sobretodo cuando es de los grados 3 o 4. Lo mejor es evitar que esta se produzca o en el peor de los casos, impedir que progrese a niveles de mayor gravedad.Para lo anterior se recomienda considerar los siguientes elementos:
§  Identificar personas con factores de riesgo: In-movilización, mala nutrición, incontinencia fecal y urinaria y disminución del grado de conciencia (estupor, obnubilación, coma).
§  Vigilancia estricta a pacientes con alto riesgo: exploración física dirigida y palpación de zonas susceptibles, realizadas idealmente por el médico o por la enfermera.
§  Medidas específicas:
§  Cambio de posición cada 2 horas.
§  Levantar diariamente al paciente.
§  Higiene de la piel.
§  Hidratación, lubricación y masaje circular de la piel.
§  Evaluar la tolerancia de tejido a la presión.
§  Uso de equipos de dispersión de presión: colchón de presión alterna, almohadones, férulas de espuma, bolsas de agua.
§  Educación al personal sanitario, a la familia y al propio paciente.
§  Detección, prevención y tratamiento de factores predisponentes.
2-Curativo
§  Tratamiento de úlceras grado I: Sólo requiere del manejo de las medidas preventivas
§  Tratamiento de úlceras grado II: Al manejo preventivo se debe agregar el aseo constante de la zona lesionada, habitualmente con suero salino salino, así como la aspiración de la ampolla. Se utilizan algunas sustancias que colaboran con la limpieza y con la velocidad de cicatrización de la herida, conocidos como apósitos hidrocoloides, que requieren un manejo especializado por parte del médico y personal de enfermería.

§  Tratamiento de úlceras grado III y IV:
Limpieza: Las úlceras por presión cicatrizan mejor cuando están limpias, pudiéndose realizar lavado con suero fisiológico hasta que la herida esté limpia.
§  Proteger de la infección:
a. Control con cultivos: las úlceras por presión por lo general son colonizadas por bacterias y el médico puede recomendar en ocasiones, obtener una muestra por aspiración mediante aguja o biopsia del tejido.
b. Tratamiento sistémico con antibióticos según corresponda si el paciente presenta bacteriemia, sepsis, celulitis avanzadas u osteomielitis.
c. Higiene adecuada de la piel del paciente.
§  Eliminación del tejido desvitalizado: Para ayudar a cicatrizar las úlceras se necesitará eliminar el tejido necrótico, existiendo dos métodos, ya sea por métodos químicos utilizando enzimas, o por medios quirúrgicos empleando el bisturí.
§  Favorecer la cicatrización: Para ello se utilizan gasas empapadas en suero o las ya mencionada espumas hidrocoloides.
§  Curas periódicas: Inicialmente y en condiciones ideales, una por día en úlceras grado II. Dos curaciones por día en úlceras grado III y IV en heridas con gran cantidad de exudado. El uso de apósito hidrocoloides esta dado para heridas no infectadas.

¿Cuánto tardan las úlceras en curarse?
Recuperación estimada según el grado de la úlcera:

Úlcera grado I, dos días aproximadamente.
Úlcera grado II, una a dos semanas.
Úlcera grado III, uno a tres meses.
      Úlcera grado IV, meses o años.   


En síntesis:

     Las úlceras por presión son una enfermedad bastante frecuente en el anciano, particularmente si tiene los factores de riesgo antes enumerados, de modo que la prevención es el mejor camino de evitarse meses de sufrimiento. Es preciso que las familias que cuenten con algún integrante que pueda contar algunas de las características que lo hagan propenso a esta enfermedad, soliciten la valoración que el equipo de atención primaria e idealmente la evaluación de un geriatra, puesto que los servicios de geriatría cuentan con unidades de asistencia domiciliaria que coordinadas con la atención primaria, pueden resolver en forma eficiente este tipo de patologías.

Fuente: Dr. Victor Hugo Carrasco Meza (Servicio de Geriatría, Hospital de Getafe,Madrid)